Desde esta isla tan increiblemente interesante. Llena de colores y de esos aromas que lo envuelven todo. Sus gentes, cada vez me sorprenden más y me hacen sentir como en casa. Cómoda y super arropada, pues son de lo más cariñosas y cercanas que te puedas imaginar. Creía que aquí no vería esas sonrisas tan càlidas, tan sinceras, tan de dentro pero me equivoqué. Cuanto más te alejas, o incluso buscando a la gente más local y menos contaminada, los balineses, son gente especial, cercana y muy hospitalaria. Te miran, te preguntan y siempre te sonríen y te ayudan. Me alegro haber podido cambiar la visión que tenía de ellos, porque la verdad es que me estan sorprendiendo y me llevo una imagen bien distinta de los dos primeros días en la isla.
Me parece super atractiva su naturaleza, su selva, los animales y la gente que viven de la agricultura y la ganadería. La manera en la que distribuyen los campos para la plantación de arroz. Colmando cada perfecto quadrado de agua para su cultivo. Y esos templos pequeños en forma de casita de piedra para bendecir y proteger la cosecha y que ésta sea fructífera. Esas cestas colgadas al final de un palo de bambú para poder trasladar lo que van recogiendo en las motos que lo llevaran hasta sus casas o hasta el mercado próximo para su venta. Esos campos verde amarillos que rodeados por esas montañas aterciopeladas llenas de vida y coronadas por las nubes que le dan un toque de lo más intrigante, deleitan mis sentidos en el trayecto de un pueblo a otro.
Qué puedo decir de sus aromas? Esta isla me ha sorprendido en cuanto a olores y colores! Es increíble! El olor del incienso y de las ofrendas de arroz con flores perfuman la isla entera sin dejar a penas sitio alguno sin aroma. Es impresionante! Vayas dónde vayas enuentras esa pequeña, pero valuosa,ofrenda metida en una mini cestita de bambú con sus flores, arroz, incienso y alguna fruta cortada pequeñita. Normalmente en las aceras, tienes que ir mirando y ser cauteloso para no pisarlas. Son como una pequeña obra de arte de color y fragancia. Me tienen alucinada!
Y esas flores de colores miles, que conjuntan perfectamente con las vestimentas de sus gentes: impolutas y perfectamente arregladas para ir a los templos hunduístas. Qué templos! Es mágico! Esos paraguas de color amarillo y otros blancos, esas esculturas de piedra perfectamente trabajada formando figuras, esas ofrendas en todas partes, esos pedacitos de ropa que cuelgan de las esculturas con forma de león... Y luego el sonido de esas campanas dulces al viento, pues los templos hinduistas estan construidos al aire libre, y algunos en los acantilados! Es super especial y igual que en los budistas, me hacen sentir con una paz indescriptible! però en este caso aún más salvaje y natural!
Hoy después de una sesión de surf para mi nivel de 3h y conseguir una moto trapicheando con uno de los hermanos que lleva la asociación local de surf de la zona ( por cierto una gente increíblmente encantadora y con un fondo indescriptible!) llegamos hasta el templo en el que nos deleitamos con los rituales de la gente local que nos invitó a presenciar su ceremonia, dado que en luna llena, según dicen ellos, es cuanto más cambios hay y más ofrendas se hacen. Hoy dia 12 es luna llena y es impresionante ver como todo queda iluminado por ella. Aunque hoy está un poco más nublado, ayer por la noche desde la playa desierta que da a nuestra casita, vimos la estrella fugaz más larga que había visto nunca, hasta que desapareció fundida en su propio fuego. Pasó justo por debajo de la luna, entre la silueta de las palmeras en el cielo estrellado, que se podía percibir como una película , con la cabeza sobre la negra y brillante arena , sobre la que també yacían las vacas. No se como asimilar todas las sensaciones que estoy viviendo en este viaje, pero, una vez, cuando menos te lo esperas y cuanto más dejas que fluya todo, más sorpresas te llevas. Una vez más, me siento conquistada y agradecida por las gentes de otro nuevo lugar. Otro descubrimiento más y un montón más de experiéncias, sensaciones y emociones que me llevo en mi, cada vez, más sucia, compañera de viaje, mi mochila.
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