Qué me llevo de Sri Lanka? Sus blancas sonrisas acompañadas de ese movimiento peculiar de cabeza que dice de todo, su mirada profunda y sincera, su intento de sacarte algo siempre los de ciudad, o de darte lo que no tienen la gente más de pueblo, esos buses artificiosos llenos de luces, colores, música a todo volumen, con ese incesante toque de bocina que acaba desquiciándote, esas vacas en medio de la carretera, de las vías de la playa, en los pueblos, esas niñas escolares con esos vestidos blancos impolutos con su corbata azul marino y ese pelo negro azabache trenzado hasta la cintura y sujetado con esos lazos, esos sarongs que utilizan los hombres conjuntados con sus camisas y alpargatas, esos saris preciosos al viento de miles de colores que dejan entrever esas cinturas morenas y sensuales de las mujeres de todas las edades, la famosa y picante comida que salzonada con el chilli incluso en las frutas y los postres, el arak acompañado de cola o sprite por la noche, los tuktuk tuneados y siempre dispuestos a negociarte un trayecto a toda velocidad, los templos budistas mezclados con toques hindús y al aldo de mezquitas musulmanas, el canto de llamdada a rezar de las mismas versus los rezos de los monjes budistas por la noche, la recolecta de hojas de té con el saco colgado de la parte superior de la cabeza, esas barcas de pescadores entre canoa y catamarán, esa pesca donde sentados en un tronco vertical clavado en el agua esperan su recompensa del mar, ese lenguaje tan simáticamente sonoro , dulce y a la vez entre cortado que acompañan con esos movimientos laterales de cabeza, ese ok ok con el que siempre terminan sus frases, ese sentido del humor que lo envuelve todo y esas preguntas constantes hacia los forasteros para saber de qué país vienes, cuanto tiempo llevas en el país y lo más importante, qué opinas de él. Esos, a grandes trazos son algunos de los adjetivos que para mí definen este país y me los levo en mi diario, en mi experiencia y en mi corazón. Estas gentes aunque como dije muy intensas, acaban metiéndose en tu vida y aunque a veces estés reacia a ello, su insistencia acaba con tu resistencia. Es un pueblo bien curioso. No se muy bien qué palabra podría utilizar para describir este país pero sin duda alguna, un buen término es: variedad en todo. Desde lenguas, religiones, costumbres, comida, transportes, paisajes, clima, casas, animales, olores, colores, ropas...etc. Me alucina pensar que en un territorio tan pequeño haya tanto de todo. Es realmente increíble y para mí también intenso. La naturaleza virgen que les envuelve, esas puestas de sol enmedio de la sabana, desde el agua, desde la playa, desde las montañas del interior.
No se exactamente cómo pero este pueblo me ha dejado sin palabras. Estoy sentada en este avión dirección Malasia y la sensación con la que me ha dejado esta parte del trip es de soprendida total.
Me siento muy agradecida por toda la ayuda que he recibido aquí. Siempre me han acojido y ayudado cuando lo he necesitado y me han hecho sentir como en mi casa, sin tan siquiera , en muchos casos, hablar nada de inglés. Stuti!
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