Es tan fácil dejarse llevar y aceptar lo que te viene cuando estás fuerte, pero cuando las fuerzas flaquean, cuesta aceptar que igual estos dos últimos días en Indo seran para descansar y poco más. Que la verdad, tampoco está mal, aunque si una está más fuerte se disfruta más. Como me dice siempre Aitor, hay que saber sacar partido y aprender de los momentos duros del viaje, donde no todo es sencillo ni tan agradable, pero que seguramente, son de los que más se aprende. Aitor me sincronicé con el viaje, pero hay momentos que tiraría la toalla y, en los momentos de flaqueza, se me cruza la idea de cogerme un avión y regresar. Aunque sé que en el fondo son sólo miedos.
La mente es de las herramientas más complejas y que si no la controlas puede ser tu peor enemiga. En el viaje, descubriendo cada día situaciones nuevas, nuevos paisajes, nuevas experiencias, la mente está sólo en el presente saboreándolo todo, pero cuando entras en un estado más de rutina, empieza a navegar por el pasado y el futuro incierto y eso lo único que crea es ansiedad. Así que en este momento del viaje, buscando un poco también de estar otra vez conmigo, valorando el presente y pensando en disfrutar de mi siguiente parte, me viene a la cabeza que es agosto, verano y algunos recuerdos de mis anteriores veranos. No me he dado casi ni cuenta pero estoy en verano, en el verano de España, en Agosto y en un mes estaré de vuelta a barcelona y a un día a día que iré viendo por donde lo voy dirigiendo. Lo importante es poder mantener la paz y calma que he sentido conmigo durante todo ( o prácticamente todo) el trip. Y me apetece entrar , aunque sea por un tiempo en mi centro de confort,donde las decisiones (ahora veo desde aquí) que son mucho más sencillas. Donde las cosas son más predecibles y volver a ver a toda mi gente que echo ya tmabién de menos.
Mañana, mi vuelo salida de Indonesia, un país del que he podido conocer sólo dos islas pero mucha gente, dos culturas y una lengua de lo más sencilla, unas olas increibles color turquesa sobre el coral y una comida super picante que ya casi tenia por la mano (ahora mismo no me comería ni un nasi campur pero lo saboreé mucho), y una noche en un box del aeropuerto. Para tomar otro largo vuelo dirección Oceanía. No tengo nada planeado, sólo sé que mis amigos Sab y Amanda me recogeran en el aeropuerto y de ahí investigaré, según mi bajo presupuesto, qué visitar! Sólo espero recuperar mis fuerzas para seguir disfrutando de lo que me queda de viaje, de este pedazo de Intomytrip, una experiencia de lo más interesante!
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