Con un pie en Australia

             

Aussie land, Oz, Australia. La sensación cuando desde el avión divisé tu tierra fue de lo más emocionante y extraña a la vez. Sentí como una excitación. Diós! ese pedazo de tierra que me queda tan lejos de Barcelona! De la que todos hablan maravillas y de la que yo sólo he visto o conocido por internet o en libros o a través de la experiencia de la gente, iba a llegar a ella. Y entonces , mentlmente recorrí todos los países y la ruta que había ido trazando desde que salí de Masnou. Me dió un escalofrío por todo el cuerpo.

Una vez bajé del avión me quedé tiesa. Qué frío! Después de 3m en tierras tropicales y super cálidas, aquí la temperatura había bajado 20 grados! Lo primero que pensé, no tengo nada de ropa de abrigo!

Una vez recolectada la mochila y la tabla (con algun pequeño ding) me dispuse a pasar por el control de aduanas antes de poder salir del aeropuerto, con la sorpresa que me había olvidado de declarar dos manzanas que llevaba en la mochila de mano y por las que el oficial, muy pero que muy aussie, me las quería hacer pagar a precio de oro. Me dijo si no sabía que en Australia había unas leyes muy estrictas en cuanto al "contrabando de comida" (yo flipando) y que estaba penalizado entrar comida, ropa de piel, bebidas..etc al país sin haberlo declarado antes, que porqué no me lo habia leído, y que la multa eran desde 340 a 60000 dólares australianos! Se me quedó una cara de "gilipollas" y claro tuve que optar por manterla junto con ojos de perro apaleado para que me la quitara. Después de hacerme entrega de una hoja explicando sus leyes me dijo que dado que hoy estaba en un buen "mood" (que suerte la mía) haría ver como que no había visto las manzanas y las tiró a la basura. Joder con mi gastrointeritis lo llego a saber y me las como antes de cruzar la puerta!

Una vez fuera, Amanda, me recogió envuelta en un pedazo de abrigo de invierno y después de darnos un gran abrazo y saludarnos fuimos camino a su casa. Ahí empezó mi estado de shock. Montar en el coche y conducir por la izquierda era como en casa, lo normal para mí, pero a medida que fuímos avanzando me fui quedando sin palabras. Las calles perfectamente alineadas y limpias, con semáforos y pasos de peatones. Sin ruidos ni humos, con aceras, y edificios quadriculados y nuevos. Todo limpio. Extremadamente limpio, con sus zonas ajardinadas y asfalto en buenas condiciones. Sin motos, sin gente cruzando por cualquier lado, sin niños andando solos, sin adelantamientos de 4 en 4, sin pitidos, sin fuegos en los no arcenes, sin olores intensos, sin gritos de la gente en los warungs, sin warungs, ni sitios locales, ni gente fuera fumando, charlando intercambiando... sin nada más que silencio y calma. Orden. Diós, me entró una mezcla entre relajación extraña y tristeza melancólica. Entre eso y la oscuridad y el frío. Fué una sensación super extraña, pero que he sentido otras veces en occidente. No sabría muy bien como describirla pero fue como un: bien, calma y sitio limpio, mezclado con un, dejar de sentir en libertad y vuelta a una sociedad con reglas y coartación. Sé que la mayoría de gente dirá, estás "zumbada" cómo puedes sentir eso? Australia tierra de oportunidades! Pues la verdad, es que no he visto aún casi nada, pero el contraste después de 3m por Ásia a de golpe, en 7h de vuelo poner mis piés en occidente ( que me recuerda entre costa brava, montgat i asturias verde sobretodo por ese olor de mar por el viento fresco del invierno de aquía) fué de deshinchada. 

Esta mañana, Sab, me ha llevado de ruta a lo largo del litoral y ha sido super bonito. Hemos hecho un pic nic en el pico donde siempre surfea Kelly Slater o Mick Fanning cuando hay campeonatos y era precioso ver la calma con la que viven los australianos. No hay ni la mitad de estrés que en España (ya me lo habia comentado más gente). Pero también me he dado cuenta que, mientras por Ásia em sentía super independiente y me desplazaba en moto o en otros transportes, aquí todo está muy lejos y sin coche quedas muy limitada. Así que, de momento me lo voy a tomar como unos días de relax y vacaciones de esas que no he tenido (digo sin hacer nada) y luego iré viendo cómo me lo monto para desplazarme y qué me apetece ver. Pues otra de las pegas es el precio de todo. Megacarisimo! (aún más viniendo de donde venía).

        

Me he dado cuenta que hay que dejar pasar unos días para que me adapte al nuevo cambio y que es importante ver la parte positiva de todo. Es la única manera de seguir aprendiendo y disfrutando. Me siento muy afortunada de todo lo que estoy viviendo, voy a ver si puedo sacarle jugo a esta tierra, aunque sea sólo por unos días.

                

Australia nice to meet you, aunque aún no se muy bién qué deseo obtener de mi visita. Espero descubrirlo a lo largo de los días.