Ayer , en bici, me gustó volver a pasear por mi zona. Ese sol tan cálido y ese cielo extremadamente azul sobre la arena clara. Pero a la vez, me siento como una extraña observándolo todo desde fuera. Como si yo no estubiera formando parte de esa realidad. Es curioso y raro a la vez. Siento que observo más todo y que hablo menos. Igual, en parte, es lo que he estado haciendo durante todo el viaje.
Me preguntan qué planes tengo, qué quiero hacer estos días... y la verdad, es que no lo se. Siento que algo de mí ha cambiado y aún no se muy bien que es, pero me alegro, que aunque super desorientada, siento paz y mucha calma.
Volver al trabajo. Cómo será? Volver a tener una rutina, unos horarios y un montón de responsabilidades que había olvidado y que sinceramente, no se ya si deseo. Me decían ayer mis amigos, que claro , si vivo en esta sociedad, al final es inevitable volver a la rueda, por supervivencia. Y yo no se si eso me apetece. Se que estoy muy perdida, no porque no sepa lo que quiero sino más bien porque cada vez tengo más claro lo que realmente no quiero y lo que me hace sentir bien, en paz y feliz y que con el ritmo de aquí, no se si encontraré. No se cómo lo voy a gestionar. Miguel me decía que nunca volvería a ser la misma. Pues sabes? ahora, aunque quiero relativizarlo todo y no forzar nada, me doy cuenta que igual tienes razón. Hay cosas que siento que han cambiado dentro de mí y no sé si podré seguir como antes. Ahora entiendo lo que me decías, en la Bombona, sobre viajar y las experiencias, y dejar fluir.
Viajar te abre a nuevas prespectivas, te conecta con partes tuyas que en la zona de confort estan inactivas y te permite ver tu vida desde fuera y con mayora claridad y relativizando cosas, que en nuestro día a día suelen convertirse en dramas y preocupaciones inecesarias. Pero a la vez, este nuevo y mayor conocimiento pude resultar ser una arma de doble filo... no lo se.
En este viaje, una de las cosas que he tenido el placer de conocer es una idea sobre el Budismo, y cada vez más, me doy cuenta que sus fundamentos o ideas principales son las que mejor responden a mi filosofia y estilo de vida. No soy ninguna experta ni he leido muchos libros pero la experiencia directa con la gente y monjes budistas siento que han encajado perfectamente a mi manera de pensar y sentir, dando respuesta a muchos de mis interrogantes vitales y proporcionándome calma y paz interior.
Voy a seguir poniendo en práctica lo aprendido y dejarme fluir por todo lo que me vaya aconteciendo en esta nueva realidad y nueva etapa, pero en parte, me da respeto que esta rueda loca en la que vivimos me arrestre de nuevo y me vuelva a meter dentro el sistema de estrés, de prisas, de preocupaciones y de consumismo material en el que vivimos y que ya no va conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario