Después de una noche muy entretenida por el poblado de Path Benk, entre locales y 4 sitios donde dormir y comer. Cenamos en un stio local donde tuve la oportunidad de comer verdadera comida laosiana y tomar unas birras con un grupo de backpackers en un garito realmente peculiar. La verdad es que fué un cumpleaños diferente, interesante y especial y ma alegro de haberlo compartido con Megan, Katie, Tess y los otros chicos que se unieron a la última cerveza de la noche.
Ahora, después de casi 5h de trayecto y 4 más por delante, el paisaje ha cambiado. Y es todo más selvático aún. El barco va haciendo peculiares paradas, retrocediendo en algunos poblados de casas de bambú para dejar a algunos pasajeros locales junto con las mercncías que han cargado en el barco. Mientras, algunos backpackers duermen, otros leen, otros escriben en sus diarios, y otros, como yo, después de hablar con gente, decidimos mirar pensativos por la borda (por llamarlo de alguna manera) evaluando el trayecto, lo que hemos vivido y lo que nos queda aún por vivir, sin saber muy bien dónde dormir ni que hacer en el siguiente destino. Disfrutando sin duda de lo mismo, el presente. Pues, me doy cuenta, intercambiando opiniones con la gente en ruta, que en general todos buscamos algo muy parecido que se resume en, salir de la rutina que nos atrapa, experimentar y explorarnos e intentar salir de la rueda de pensamientos y preocupaciones que nos atan siempre al pasado y al futuro, que en realidad es incierto.
En este trayecto hablando con Ennis sobre la meditación y sobre cómo vivir en el presente y la importancia de dejar fluir, me di cuenta de que cada vez esntiendo más porque estoy aquí, y que la paciencia y la confianza en uno mismo y en la misma vida, es vital para no perder la fe, en que todo está bien y yo estoy donde tengo que estar.
Este río verdoso pero relajante te permite entrar en un estado de calma y paz interior donde parece que las cosas y acontecimientos toman sentido por su propio peso. Y eso resulta muy alentador.
Cada vez estamos más cerca de la civilización, y el aire de pronto parece un poco más fresco. El sol está bajando y la luz resulta más suave y agradable tanto a la vista como al cuerpo. Ya no quema tanto. En una hora empezaran a salir los mosquitos así que será necesario irse preparando para un cambio de ropa y un poco del tóxico , pero de momento, bastante efectivo, repelente.
El barco sigue dibujando una estela suave y alargada en el agua lentamente. Y yo cada vez me siento más en sitonía con el viaje. Siento que la única manera de disfrutarlo 100% es adaptándome a cualquiera de los cambios: ya sea por la gente que entra y sale de tu trayecto o por las situaciones. Sea un bus que va fuera de la hora prevista, un barco que decide retroceder a dejar gente y alargar su hora o un alojamiento lleno en un poblado totalmente perdido en la nada. Así que estoy aprendiendo lo que más temía: dejarme ir, dejarme llevar y no forzar nada ni a nadie. Simplemente "go with the flow" porque todo lo que vaya sucediendo es como debía ser.
M'ha agradat llegir aquest post... desprén energia, canalitzada i pausada... Imagino que així és com estàs ara... en un equilibri inestable meravellós!!! Gaudeix-lo!!!!!!!
ResponderEliminarMuakis
Si neni! Un munt de sensacions pero molt aprop meu! ;)
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