Hoy, después de casi una semana con Katie (silly sousitx), Megan (eternally expressive) y Tess (just so sensitive), y de una despedadida super emotiva entre dulce y medio melancólica, me doy cuenta que cuando vivies el presente y te dejas llevar, y te adaptas... si las otras partes estan en la misma sintonía, todo fluye y todo es muy fácil. Me encanta esa sensación. Y han sido unos días realmente increibles, dulces y llenos de humor y complicidad sin casi conocernos. I just enjoyed so much sharing with you girls. Thanks for these days! I know we'll see each other soon! Im so sure!
Es curioso como la vida te va dando lo que necesitas o lo que es mejor para tí en cada monmento, si sabes recibirlo. Yo aún tengo días donde sigo rebelde con mi presente o con mi pasado y eso me lleva algún malestar interno. Supongo que nadie nace aprendido, so... time to time.
Así pues, como decía, después de despedirlas y decidir quedarme un poco más en este pueblo ciudad, he alquilado una bici un día más y cuando vuelvo al hostel, pedaleando, me encuentro a Choy (mi casero) sentado fuera en una silla tocando la guitarra y cantando en francés. Ha sido super bonito. He pensado, estoy sola en el hostal, mis compañeras se han marchado y llego y tengo este regalo!
Choy es un hombre de unos 70 años, super agradable, super atento con sus inquilinos que hace unos años pasó a regentar esta casa antigua colonial, dado que el salario, como maestro de inglés en la escuela pública no le llegaba, aunque me decía hoy, que le encantaba. Y ahora con parte de su família repartida entre laos y otros sitios, regenta este negocio, donde vive y según me comentaba, no puede dejarlo cerrado más que para unas mini vacaciones de una semana.
Ayer dormimos en la zona de arriba, unas habitaciones correctas y muy limpias pero un calor impresionante. La ducha de la madrugada no fue suficiente para permitirme cojer el sueño. Hoy con suerte duerma del tirón dado que me he mudado a otra para mi sola, que es más fresca, y como no hay más inquilinos hemos podido llegar a un buen precio.
Esta ciudad, que para mi es un pueblín en medio de la vegetación repartida a las laderas del río Mekong, me ha hecho sentir muy acojida y a gusto. Tiene un aire afrancesado mezclado con toques asiáticos que me han enamorado. Y como voy viendo a lo largo del viaje, donde me siento acojida y a gusto pues decido pasar unos días y asentar y asimilar todo lo vivido mientras me relajo a disfrutar de lo que me presenta el sitio así como a ir preparando , a grandes trazos, por dónde me apetece enfocar el camino.
Aquí siento que hay algunas cosas por hacer, entre ellas, colaborar con el aprendizaje de la lectura de los niños de la aldea. He encontrado un proyecto que me ha resultado motivador. Así que si mañana me dejan, con suerte, voy a pedir que me dejen formar parte de él aunque sólo sea un o dos días. Además con esas sonrisas infantiles,no hay quien se resista. Y con mi medio de transporte y un sitio agradable dónde dormir y hacer mi campo base, no necesito mucho más.
Luang Prabang, colonizada por los franceses, tiene sus toques pintorescos y un color muy especial y dulce. Aquí respiras elegancia, por sus gentes, por su cocina francesa mezclada con la laosiana y los mayores conviven con los más pequeños de la família. Parce que siguen con las costumbres familiares y es muy curioso ver, como se reunen de noche para cenar en las aceras delante de sus casas, en mesas redondas y bajitas. Cocinan fuera con unos hornillos a leña y mientras los mayores regentan sus negocio-casa, los más peques juegan o se retumban por el suelo con sus animales domésticos.
Aquí como en Thailandia, hay un montón de perros y gatos pero aunque van libres y cargados de pulgas hasta los dientes, son muy dóciles y buscan tu mirada por un pedazo de pan. Es curioso, que les guste tanto tirarse a lo ancho de las calles con los 40 grados a la sombra que hay a partir de las 10 de la mañana... y pienso, si Mus (mi perro) estubiera aquí, se habría hecho amigo de algun monje para que le dejara esquivar el calor dentro de un templo (wat). Cómo se les hecha de menos!
Una de las cosas que encontré muy curiosas es la rutina matutina de los monjes de este pueblo -ciudad. Cada mañana, sobre las 5,30, la procesión de monjes recorre la calles principal Sisavanvong Rd cargados con unas tunas o jarras de metal, muy elaboradas, donde la gente del pueblo y los pocos turistas que hay, les vamos echando comida, jabón y otras necesidades para que puedan utilizarlas en los Wat. Pues ellos viven en los templos y desde muy pequeños, los que así lo desean, inician su vida contemplativa. Algunos pasan sólo unos días , otros meses , otros años y otros, toda la vida. Una manera de vivir muy diferente a la que nosotros , los occidentales, estamos acostumados.
Y un poco la que tuve la oportunidad de vivir yo esos días en la granja.
Se levantan a las 4, se asean, rean y hacen sus labores. Meditan en silencio. Pues gran parte de su vida es estar en silencio. Y a partir de las 12 del mediodía ( según me dijo uno de los monjes, con el que tuvimos la oportunidad de hablar en un Wat, un día, en Chiang Mai) no pueden comer nada más. Sólo beber agua. Cada monje, según el tiempo que lleva, sigue una serie de "normas" o " estatutos" (porque la verdad es que de la traducción del inglés que ellos hablan con lo que yo deduzco, no puedo encontrar ningún término más específico). De manera que, los 5 básicos, según me dijo Eg son: no matar, respetar la vida, no mentir, no sex, no alcohol y alguno que me dejo. De manera que cuanto más tiempo llevas dentro, la idea es ir repetando y siguiendo un mayor número de estatutos. Eg a sus aproximadamente 22 años estaba siguiendo unos 215. Impresionante! Sinceramente le dije... madre mía! yo creo que con suerte estoy empezando a seguir uno! Y se puso a reía a carcajada libre. Pues una cosa tienen los budistas, un gran sentido del humor y una sonrisa limpia, desde el alma! Me encantan! Inocente como la de los niños! Pues con toda su fuerza y trabajo interior. Hay un parte increíblemente grande en ellos que es esa inocencia infantil. Que te llega desde el minuto cero.
Es curioso, como, cuanto más entra el dinero en nuestras vida mása corrompidos estamos. Más cosas materiales queremos abarcar y más nos aleja eso de nuestros instintos y nuestra paz. Me doy cuenta, porque aquí en Laos, sobretodo en los pueblos, la gente no está acostumada al turismo, y desprenden una inocencia y bondad mayor que en otros sitios donde el dinero , el turismo, ya forma parte de su economía.
Increible Anna! Hoy es mi hora de los domingos intomytrip donde me leo todos tus posts de la semana tranquilamente... Es un gran momento para mi también el poder olvidarme de todo, meterme en tu piel durante algunos minutos e imaginarme lo que estas experimentando!
ResponderEliminarIncreible Anna! Como te envidio!
Continua asi! Me encanta!
Jajajaja! Que bien que os entretenga para mi es terapia!
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ResponderEliminarEls monjos de Sisavanvong Rd ... hauran triat ells viure així?
ResponderEliminarAix nena aixo nomes ho saben ells!
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