Tren hacia Ella

        

Hoy me he despedido de Ranga, el guía con el que he compartido 5 días desde mi llegada. Hemos recorrido desde Negombo hasta Nuwara Eliya y la verdad que hemos visto  desde monos, la fábrica de gemmas, la de madera hasta la de té. Templos y ciudades coloniales y bellas como Kandy y he estado en todos los locales más familiares y más peculiares. Incluso en las guesthouse donde hemos estado he podido compartir las horas de cocina y alguna que otra cerveza , haciendo bromas con su divetido sentido de humor o interesantes charlas sobre las religiones, los viajes y demás.

        

Aunque Ranga me dijo que normalmente no lleva a los turistas a sitios locales, mi pinta de mochilera sucia pero cercana me dijo que le dió buen karma para introducirme en sus ambientes. Así , aunque ahora mismo llevo desde ayer con diarrea y dolor de estómago, ha sido una manera muy interesante de iniciarme en un país y cultura bien diferentes a la mía.

       

 El cambio de Ásia a Índia ha sido brusco para mí. No pensaba que Srilanka fuera tan parecido  a Índia. Leí bien poco al respecto. Justo la última noche en Malasia antes del vuelo, me dí cuenta de ello. NO tenía ni alojamiento, ni me había mirado nada. Sólo sabía que la zona de surf en esta época está en el sur este.

       

Tuve mucha suerte al encontrar una guía del país en el hostel en Kuala Lumpur, porque fué lo que me estube mirando las tres horas que duró el vuelo. Fuí cogiendo una idea de cómo era el país, pero realmente, cuando aterricé y salí , y me recogió Ranga, en el aeropuerto, me dí cuenta de lo distinto que es todo esto. Para empezar, el color de la piel de la gente, sus ropas, su idioma, las casas, las calles, el aire y los locales, la comida... abosultamente TODO.

En este mes y medio me acabo de dar cuenta de lo fácil y fluído que ha ido todo. Y de que mi adaptación fué cosa de una semana. Supongo que parecerá una tontería pero el hecho de ver más gente viajando como una misma, occidentales, con las mochiclas, me ha dado mucha calma. Aquí , la verdad que estoy aún en choque cultural. Me he metido en pleno en la cultura con gente local, cosa que se que en unos días veré como algo muy productivo , pero aún es demasido temprano. Estoy en fase de adaptación: Tanto mi mente como mi cuerpo. Mis intestinos siguen adaptándose tanto a las aguas, como a la comida , como al cambio de cultura que mi mente está codificando. Me alegra haber tenido la oportunidad de aterrizar directamente en casa de un local, Ranga, pero la verdad que ha sido muy intenso el cambio. En una semana he dejado Camboya, he dormido en Kuala lumpur chinatown, y he aterrizado en Srilanka, donde los immigrantes del sur de la Índia conviven con los Senghales y los musulmanes.

        

Este tren, tiene un vagón a parte, en el que he decidido comprar mi billete, junto con otros turistas. Pues las ventanas son más grandes y permiten disfrutar de esta increíble vista. El recorrido es lento y dura unas 3h hasta mi siguiente destino, Ella. Un pueblín más entre valles verdes y bucólicas casitas. Desde el que se realiza senderismo hace vistas impresionantes, según narra la guía y algunos blogs de 

viaje que he ido ojeando.

        

Cada vez que esta antigua locomotora de aceite para, se puede ver gente caminando por la vía, entre plantaciones de té y frondosa vegetación. Esto es muy selvático y parece que esté metida en una de esas películas de época cuando los ingleses colonizaban tierras aún por descubrir. La única pega es que este vagón es un añadido al tren y todos los asientos van mirando hasta la cola, con lo cual, voy sentada de espaldas y con el vaibén del tren me entra un sueño y un globo considerable.

        

Me alegro de llevar algo de música . La poco que pudimos pasar con Gerard i Marta la mañana antes de correr a buscar el avión para iniciar el viaje. Este viaje que lleva timpo inciado y del que me encuentro ya en la segunda parte de él.

Esto es precioso y con esta música de fondo parece que esté metida en un cuento celta. (jpurney's song. Into the wild).No podría encagarle mejor este tema para describir el paisaje que va pasando por mi ventana. Afortunadamente, después de un día de niebla, frío y gris, finalmente, el sol y el azul del cielo se aparece ante mí , como un telón en el escenario. En las curvas, la locomotora traza las montañas sin deterner su sinuoso movimiento. Esto es espctacular y sus vagons delanteros la gente apoya sus antebrazos para observar el paisaje. Sus ropas llenas de colores contrastan con el color de su oscura piel y su blanca sonrisa que complementa a la perfección esa mirada curiosa y profunda que les caracteriza. Así es como yo desde mi ventana lo voy percibiendo todo. Un cuadro lleno de color, de vida y de contrastes!

         

Justo en el siguiente pueblo, un poblado de casitas de cemento y hojalata, y una escuela donde los niños corren y juegan vestidos con sus blancos uniformes. Me encanta. Los niños son iguales en todas partes y eso me hace sentir en casa. Poco a poco siento que vuelvo a sincronizarme con el viaje y con el nuevo destino. Hay una frase de Pinan ( el monje de Tailandia) que llevo siempre conmigo y que me ayuda a mantener la calma a lo largo de este trip: "Be mindfulness y coje todo lo que te trae la vida como un aprendizaje. Todo  es para tu bien y para aprender de ello. Y lo que no te conviene, ella misma se encarga de quitártelo de delante". Yoo no tengo ningun diós ni religión , pero creo que la esencia del budismo cada vez se acerca más a mi manera de entender la vida. 

        

Nunca hubiera escogido India para viajar porque me daba miedo y porque no me sentía preparada para entrar es esta cultura. Ahora, sin darme cuenta me encuentro inmersa en ella y mis miedos que son muchos, aquí se realzan con la sensación de "out of confort zone" que siento. Una prueba más para mí misma de lo que siempre había huído. ENcontrarme conmigo misma a solas. Un trayecto que es de lo más interesante, pero como me dijo una vez una amiga, cuando aprendas a estar bien tu sola, escojerás libremente con quién deseas estar. Y no será por necesidad sino porque tu lo habrás escogido". Y ahora mismo, en este punto del viaje me viene a la mente esa película "Come, ama y reza" y ese gran libro que me regaló un gran amigo, Enric " las cartas del monje que...". Increíble.  O como diría un amigo de viaje, Steven, "Amazing".

Grácias Sílvia por tus emails y por tus ánimos. Voy a ver si disfruto de esta Índia, de esa Índia que tanto amas al menos un "pedacico"(como dirías tú, murciana de piés a cabeza!) de lo que tu la llegaste a disfrutar. Y a tu Maya por tus recomendaciones. Tu que ya eres medio hindú y con quién tuve la suerte de compartir casa esos meses de Octubre tan duros pero que sin darme cuenta fueron preparándome para esto. Un petonàs bonica!