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intomytrip119.blogspot.com

miércoles, 6 de agosto de 2014

Sobrevolando Oceanía

              



Sentada en el avión. Una vez más. Después de otro checking, esta vez con dos bultos: mi mochila (ya reducida) y la nueva compañera de viaje: mi surfboard, de sacar unos cuantos ringgits y de pasar los 3 controles del aeropuerto, voy rumbo a mi último destino: Australia. Estos días con la gastrointeritis y hecha polvo, les decía a mis niñas de Masnou, que igual pasaba y me volvía para casa, y casi me matan. Incluso mi padre, me dijo: ahora te vas a retirar por unas "cagaleras", después del tiempo que hace que quieres ir a Australia? He tardado 15 años en realizar este viaje, un viaje que iba haciendo a pedacitos por Europa, Centro América, España, pero nunca sola. Y esta vez, después de muchas dudas, y de tomar muchísimas decisiones y de recibir un puñado de empujones por parte de mi gente, y mucho cariño, lo he llevado a cabo. Igual abarcando mucho más de lo que realmente me había imaginado, pero una experiencia única. Es curioso, porque cuando me lo planteé y escogí los países, compré los billetes sólo tenía clara una cosa: quería vivir el viaje como un encuentro con las culturas y conmigo misma y sin duda alguna, la realidad ha superado en creces la idea mental que tenía. Incluso ayer, en el aeropuerto, esperando a un amigo que también facturaba en Bali para regresar a España, conocí a un grupo de Indonesios que estaba esperando a familiares suyos de la Índia que venían a pasar unas vacaciones. En seguida intercambiamos opiniones culturales, curiosidades de los paises y, claro, como curiosos que son, me preguntaron mil cosas personales, entre ellas, si estaba casada y tenía hiijos! Diós que tortura con lo de los hijos! Les dije: primero tendré que encontrar a mi compañero de viaje! jajajajja.

Me quedan 5h de vuelo por delante. Air asia está de lujo por el precio y los aviones también ,pero el espacio es reducido y comer con la cabeza de una de mis vecinas de asiento en el plato no es de lo más higiénico! Aquí ni películas ni nada y yo encima sigo con mis 25 únicos top ten de música en mi iphone... así que debo decir que Iron & Wine ya son como mis confesores de blog! Ellos siguen mis aventuras y yo sus letras en los distintos trayectos!

                         

Parece mentira que hayan pasado ya más de 3m en ruta. Y por primera vez, voy a regresar a un país occidental. Han sido 3m por Ásia. Ásia! comidas callejeras, wuarungs, rice and curry, chilli, flores, colores, sonrisas blancas, miradas profundas, ofrendas, arroz y más arroz, fideos, bakso, sopas con bambú, frutas tropicales de todas las formas y colores que te puedas imaginar, locura y caos que acaban combinando a la perfección y cuando te alejas acabas echándolos de menos. Esa desroganizada y caótica circulación, calzadas sin aceras, sin paso de peatones donde los mismos vigilantes de los hoteles paran el tráfico con esas luces a lo "guerra de las galaxias" y el silvato para que los "bulés" podamos cruzar al otro lado. Motos y más motos con tres, cuatro y hasta cinco pasajeros, mujeres sentadas de lado en la parte posterior sujetando esas cestas con comida. Ramadam, Hinduísmo, Budismo , sarungs, umbrellas, templos de piedra negra en acantilados, templos pulcros blancos con tejados rojos y campanas e incienso. Estatuas de Budah, mezquitas sonoras y altivas, calles polvorientas rodeadas de naturaleza y plásticos. Mar turquesa, arenas blancas, otras negras, coral, peces de miles y miles de colores y formas, naturaleza, monos, barquitos de madera a remo y a motor para la pesca y para llevar a los surfistas al pico enmedio del océano índico. Ásia, un conjunto de lenguas, de religiones, de maneras de vivir, de casitas, de comidas, de rituales, de olores y sabores, de ropas, de transportes. He llegado a coger tantos transportes diferentes que ni era consciente hasta ahora: 15 vuelos, barcos pesqueros, ferrys, buses coloridos y ruidosos, furgonetas, taxis, trenes, minbus local, motos, bicicletas, y podría haber montado en elefantes pero me negué. En lugar de eso, preferí pasar un día ayudando en el centro de recuperación 
de elefantes de Chiang Mai. 


  

                                                                         

Ásia, un conjunto de países de los que he aprendido mucho, sobretodo a tener paciencia y a bajar mi ritmo, a hablar más despacio, a observar y a respetar los tempos, incluso los míos, a saborear las comidas con un poco de chily, a esperar sin desesperar, a negociarlo todo incluso por 30 céntimos! A reirme de las situaciones que en Barcelona me sacarían de quicio, a adaptarme a todos los imprevistos o cambios sobre la marcha, sin hacer un drama, símplemente dejándome llevar.


               


               


Into my trip. No sé si era realmente consciente de lo que significaría este título del blog para mi viaje. Ahora, casi en la parte final del mismo, me doy cuenta que todo tiene un sentido. Y el nombre no podría ser más acertado ni más cercano a las vivencias que he experimentado , ni a los cambios internos que he tenido la suerte de explorar y descubrir. Ahora sentada en el avión, me vienen miles de recuerdos, pedacitos de mi viaje, de los sitios, de las sensaciones y sobretodo de las gentes que he tenido el placer de ir conociendo y que han dado sentido y color a esta aventura. Porque para mí esto no han sido unas vacaciones, ha sido un viaje mucho más allá que tumbarse en una playa a tomar el sol, o visitar templos. Ha sido, y está siendo, una aventura y un despertar. Es increíble lo que llegas a ser capaz de hacer cuando viajas sola. Tanto en los momentos buenos como en los menos agradables. Y me siento muy afortunada de tener a tanta gente a mi lado. Grácias de verdad por esos skypes Lau, Kar, Elenita, Gallardo, Pares, Abraham, Miquel, Carlita... esos wasaps de ayuda y empuje a seguir en los momentos más bajos: Nenes de badalona, les de masnou, Aitor, Maik, Sílvia, Juan y Kar, mi companyera de viaje Marta García, Daddy, Guillem i Enric per seguir cuidant del meu Mus, Maya (grandes consejos desde la india) y a toda la gente que ha formado parte de mi viaje: Steven and Peter, Natalie and Charlie, Bomboneros, Yoseba, Asier, Silvia, Javi, Álvaro y Sheila, Ketie, Megan,Tessa, Pochi, Simone and Michjil, Andre y Imka, Marc i Jose, Mel and Clara, Will, German , Iñaki, David y Jose, más el grupo de surfing en Srilanka, y toda la gente local que me ha abierto sus casas y me ha dado cariño y cobijo: Pinan (monk), Bomboneros (www.labombonadivingcentre.com), guesthouse con Choy, guesthouse con Bun, Secretlanka y su guía Ranga (por acojerme y enseñarme a moverme por Srilanka), guesthouse en Samahdi, guesthouse Medawi  con los hermanos del surf camp, mis españoles de buckit, Guesthouse Roy, warung Mario's (por esa comida deliciosa y llena del amor de madre de Syriana) de Lombok, y muchas otras personas que he ido conociendo por el camino y de los que hemos intercambiado experiencias y emails.


               



119 días, ahora ya unos 100, de aventuras, de decisiones, de cambios de planes, de subida y bajada de emociones, de encuentros y despedidas, de adaptarse a un sitio y volver a marchar, de unpuck y pack, de checkings, de cambios de moneda , de hora, de clima, de costumbres, de comidas... Hoy dejo atrás todo lo vivido para submergirme en otro continente, que aunque breve, será la última pieza del puzzle: Australia. Nada he mirado, ni guía tengo. Con más cansancio y un poco baja de defensas por tantos meses de arriba y abajo, de dormir en más de 50 alojamientos diferentes, compartiendo o sola, sin agua caliente, ni sábanas, sin ventilador sin ac, a 40 grados, entre naturaleza o enmedio de ciudades polvorientas y ruidosas, con 3 personas más o en una cama de 2m para mi sola en la arena de la playa... ahora aterrizaré en un país occidental, en el que los coches no pitan indiscriminadamente, donde hay semáforos y se respetan, dónde arquitectónicamente las calles tienen un orden. Orden! madre, eso ya no se ni lo que es! Ásia si por algo se caracteriza no es precisamente por un orden, sinó más bien por un caos, al que sus gentes encuentran cierto placer pero al que los de fuera tardamos un tiempo en dejarnos llevar por él, sin que represente un estrés total.




             


               


                


                

                


               

Me va a resultar realmente muy extraño no tener que regatear nada, y más chocante aún no comer por un euro o 20.000 ruppies. No tener que decir que pongan poco picante, o parar en las tiendinas locales a tomar un caffe con leche en polvo y charlar un rato con sus dueños, jugar con los niños desclazos y medio desnudos, negrísimos por el sol, sin dientes y con esa sonrisa que te enciende el día! Esos templos... desde los que pararme a escuchar sus sonidos y olores y observar (como si de una sesion de relajación se tratara) su rituales, y esas blancas vestimentas, o amarillas o naranjas que contrastan con la piedra de las construcciones. Impresionante! Debo reconocer, que aunque en momentos me ha resultado muy intenso y demasiado ruidoso y caótico, en su conjunto, es pura vida y color, igual que el picante. Voy a echarlo de menos.


                                                                      


               

     

               


             


               


               


Australia, tantos años con esa guía, ese destino que miré para ir a vivir un tiempo. Un país que al estar tan lejos parece inalcanzable y del que me hice una imagen que igual no se corresponde con la realidad. Me siento afortunada porque voy a visitar a unos amigos que estubieron en casa en Diciembre: Sab y Amanda. Hoy me recojeran en el aeropuerto y voy a estar en su casa. De ahora hasta el día que marche, no se aún qué quiero ver, pero me resulta raro que ahora no tenga una moto para desplazarme y que todas las indicaciones sean más claras y organizadas. Lo pienso y... en parte creo que será como una adaptación a mi vuelta, a mi tierra y a la sociedad en la que vivo. Así que una vez más, como decía Pinan ( el monje budista), como me dice Aitor, como me dice Carmen y más savios que he encontrado por el camino: sincronízate y toma lo que te da la vida como parte natural de tu viaje. Lo que estoy viviendo lo he escogido yo, y estoy donde tengo que estar. Pero algo tengo claro: la vida es como tú la pintas, como tú la luchas y como tú la quieras vivir.



      
                                                    


               

                                           



























2 comentarios:

  1. Anna,

    Quantes vivencies! Donçs ara et diria que vindra la part mes emocionant .. Down Under!!

    Fliparas… sobretot perque els rednecks amb les seves barbes tattoos i camions del quinze es paren al pass zebra perque passis..

    Segur que estas com a casa! Que et milloris aviat, del malestar general .

    Molta diversio al pic de collangatta.

    NO WORRIES MATE!

    A

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  2. Guapa!!!
    Ya te dije que iba a ser el viaje de tu vida y mira todo lo que ha pasado en estos 3 meses! Me alegro tanto de todo lo que ha ocurrido en este viaje...los sitios que has descubierto y las experiencias que has tenido.
    Ahora vas a conocer el pais que para mi es el màs bonito del mundo...disfrutala a tope!
    Nos vemos en octubre que quiero pasar tiempo contigo para que me cuentes todo!!
    Te quiero Amiga!
    Beso
    Ceci

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