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lunes, 28 de julio de 2014

Ramadam en Lombok

      

Dentro de los viajes siempre hay momentos en que tienes algun bajón, el cansancio que vas acumulando por el simple hecho de ir asimilando tantos estímulos, o porqué simplemente no paras de moverte, o porque el clima también varia, acaba pasando factura. Ayer, después de un buen día de surf pero, de pasar un poco de frío en el mar, y el la barca, llegar cansada a casa después de cenar y de demasaiadas horas de surfing non stop, la humedad de las cabañas... me levanté esta mañana con una catarro considerable. Así que después de pedirme un buen Soto Ayam en mi Warung favorito (Mario's Warung), en el que su madre Syrinina cocina de vicio y con todo el amor de una madre, me pasé medio día durmiendo. Parece que por aquí estamos todos igual. Además aunque no se puede decir que el agua esté fría, cierto es que no está como en Tailanda o Srilanka y saliendo a primera hora de la mañana con el barco pesquero, acabas congelado. El neopreno, claro, pensé, para qué? INdonesia es cálida! pero debo decir que un 2mm lo agradecería sobretodo para nuestras sesiones del amanecer. Así pues, ahora me tocan unos días sin surfing y de descanso, que ahora que lo pienso, no he tenido en casi ningún momento del trip. Los que me conocéis ya sabéis que soy "culo inquieto" y la verdad es que la salut me ha estado acompañando a lo largo de todo el viaje.

JUsto ahora, recién levantada de mi día de marmota y de descanso, tomandome mi brevaje a base de té, genbibre, limón y ajo, sentada delante de nuestra cabañana observo el ir y venir de las gentes de la mini aldea. Estamos en casa de Kedi, un hombre que tiene una família numerosa y que conviven con otros familiares en otras casitas, formando así la mini aldea. Las gallinas corretean junto con los gatos, y las vacas que se pasean cerca, y los "bulé" convivimos con los indonesios en el mismo recinto. Sus hijos juegan medio desnudos en el patio central de arena y las mujeres cocinan y regentan la tiendina que te ofrece agua, cafe instantáneo y jabón y algunas galletas. 


Hoy es el último día de Ramadam y parece que hay una gran fiesta en toda la isla (pues son musulmanes). Junto con Clara y Mel hemos dicho que si los mocos nos lo permiten igual vamos a darnos una vuelta y a cenar por el centro de Kuta para ver que se cuece, aunque locura asegurada. La verdad es que no puedo decir que este viaje haya sido de fiesta nocturna para nada. Creo que tampoco es lo que busco y refiero compartir una buena cena con interesante charla con sus gentes y madrugar, al día siguiente, para una buena sesión de surf. Pues basicamente así es cómo ha ido confuyendo mi viaje. Adaptándome al ritmo natural del sol. Levantándome a las 5-6am y acostándome antes de las 11pm. 

     

Hoy me decía Kenty, que el tiempo está cambiando y que parece que está entrando la época fría en Lombok y me preuntaba si en España también teníamos estaciones más frías. Claro! le dije, justo cuando regrese empieza el otoño, y pasa como aquí que empiezan los constipados. Mientras se lo comentaba, se fumaba uno de los cientos de pitillos del día. Hay que ver lo que llegan a fumar aquí los indos! El otro día sentada en lo que ellos llaman Burak (ese tejadito de madera y paja) mirando hacia el techo me dí cuenta de todo lo que van guardando entre los trocitos de paja que van conformando el techado: cagetillas de cigarrillos, una navaja, galletas, ojas de papel, algun bolígrafo, y una linterna, puesto que normalmente Kedy duerme encima de la tarima para controlar su negocio familiar.

       

Así pues, mientras me voy recuperando de este catarrazo voy observando el escenario que tengo delante. Es curioso como se relacionan, se comunican, sus comstumbres, como lo transportan todo encima de su cabeza, como las gallinas corretean entre mis piernas. Estan todos meio revulucionados. Hoy termina el mes de Ramadam en el que no han comido entre las 5 de la mañana hasta las 6,30 de la tarde. Hoy estan medio ajetreados organizando la fiesta de cierre. Mientras, ellos se mueven de un lado para el otro, cocinando, arreglándose, los surfistas que estamos aquí alojados entramos y salimos con las motos. Por cierto unos vehículos que estan medio tarados. Los racks que llevan la mayoría están flojos y si tienes suerte no los pierdes en el primer bache que te encuentras en los tortuosos caminos, los pinchazos de rueda son de lo más común, y  la suspensión se te clava en la primera curva, así que si tienes suerte, la moto te puede agunatar en pié la mitad de los días que la alquilaste!

        

Al menos aquí no hay policia, así que no hace falta ni que tengas los papeles en regla, ni que lleves uno de esos gigantescos cascos que te dan con la moto, ni que lleves otros 3 pasajeros si así lo deseas! Es un caos! pero tiene mucho encanto! 

Hoy es el primer dia que no hago nada de nada, sólo dormir, comerme esa sopina exquisita de pollo, ideal para el catarro, y aunque he echado de menos surfear, me está sentando de maravilla tener un día de descanso total. Podría pasarme horas observando la gente cocinando aquí en casa, habando con los otros huéspedes sobre la fiesta de esta noche sobre el Ramadam que va a haber hoy en Lombok para celebrar el final.

       

Esta mañana, después de sentirme un poco mejor con el gripazo, decidimos ir a rutear por la isla para explorar sus rincones. La decisión fué ideal. Andubimos entre los pueblines que hay al sur este de la isla. Hoy celerababan el fin del Ramadan con la família y la procesión de gente arriba y abajo ya empezó en el hostel en el que estamos. Kenty recibía a su família mientras se felicitaban por la limpieza de los sufrimientos de todo el año. Se daban la mano mientras si la llevaban a la cara. Un ritual que ha ido dandose entre toda la gente que se cruzaba. 


                

Una vez en los pueblos, conduciendo en la moto, era increíble observar cómo iban todo super arreglados con cestas en la cabeza con comida, con sus mejores vestimentas coloridas, con esos gorros que llevan los hombres y esos pañuelos tan elegantes, las mujeres. Todos, mientras pasábamos, nos saludaban. La verdad es que no había ningun otro turista que nosotras en las motos. 


                


Pudimos observar las casas y sus poblados, los animales y sus humildes cocinas en el exterior, los niños correteando y saludándonos... un día festivo super local y básicamente musulman. Con la cantidad de musulmanes que hay en mi tierra y nunca había tenido la oportunidad de contemplar tal celebración. Y recibir tanta alegría y arrope al pasar enmedio de sus casas.


                


Un día más sin surfing, pero al menos, un poco de cultura que siempre va bien y enriquece mucho. Después la comida en mi ya warung favorito "Marios" con su encantadora madre, que ayer me cocinó una sopa exquisita de pollo que me ha hecho revivir por completo, y que hoy he vuelto a repetir junto a un zumo de frutas naturales que Mario me preparó con mucho cariño y que me dijo me iría genial por su composición de vitamina C. Papaya y lima, con un toque de miel. Enakscalí! (delicioso).

         

Lombok está resultando ser una parte del trip donde disfrutar del surf, la naturaleza, comer bien y descansar como nunca. Una estancia reparadora . Y a una semana vista, para mi último vuelo, hoy toca volver a la parte de las decisiones. Hacer el volcano? Gili o Nusa? La verdad es que aún no lo tengo claro. Mel quiere volver a Bali porque necesita encontrar un veulo de vuelta a Alemania. Clara empieza a tener ya ganas de volver a una estabilidad, encontrar un trabajo por un tiempo y sentirse, como dice ella, útil de nuevo. Es curioso cómo cada persona que te vas encontrando, cada viajero/a, tiene unas inquietudes, unos objetivos y al fín y al cabo, todos tenemos nuestras decisiones que ir tomando, nuestras incertidumbres que ir resolviendo y, en el fondo, somos todos muy parecidos. Nuestra sociedad nos acaba atrapando y nos limita, nos vuelve a meter en ese círculo en el que parece que necesitamos volver después de un tiempo fuera de él para luego igual, volver a salir a explorar de nuevo.


                

Tanto las cartas de los templos Budistas, como las hinduístas, como otras lecturas, me han acabado llevando al mismo punto: Seguir explorando y ampliando mis capacidades humanas, de observación, de ayuda, de explorar y soltarme, de confiar en mí y abrirme a lo que venga porque el karma de tranquilidad que parece que me acompaña cada día lo tengo más cerca de mí. Y que claro, no soy una persona "sencilla" así que tendré que tener la mismca paciencia que tengo con los demás conmigo misma, pero que todo llega. Y éste, es un momento dulce para mí. Grácias a todos/as los que cada día lo hacéis posible. Os quiero un montón!

       










1 comentario:

  1. Quina experiència viure el Ramadan y el Eid al-Ftr !!! immersió total! genial!!!

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